Paraísos irregulares (artículo)

Paraísos irregulares. Autor: Antonio Llamas. Edita: Ateneo de Córdoba. Col. Arca del Ateneo, 2004.

Antonio Llamas consiguió alzarse con el XIX Premio de Poesía Juan Bernier con su primer libro Paraísos irregulares. Podríamos hablar, en cuanto a lenguaje, de dos tipos de poemas en este libro: unos en los que el vocabulario es sencillo, cotidiano, de fácil penetración para el lector, y otros en los que determinados cultismos van a marcar las directrices del texto hacia caminos de más difícil acceso, Sin embargo, hay no pocos poemas en los que se produce un juego de alternancia entre ambos planos lingüisticos. Quizás los momentos de mayor intensidad, de un impacto más certero en el lector correspondan al primer tipo de poemas, a esos momentos en los que lo diáfano del lenguaje propicia que la construcción de imágenes y metáforas alcancen un óptimo grado de “visibilidad”. Así, cuando se encadenan estos instantes de equilibrio el tono se realza y gana en consistencia y la voz poética muestra síntomas de hondura, de sinceridad, desenvolviéndose con cierta naturalidad y sencillez. Se detecta una insólita madurez –para ser un primer libro- en el paso de llevar el pensamiento o sentimiento a la palabra escrita, tratando de ahondar en las sensaciones.

El punto de partida para los poemas que Llamas elige suele estar en la cotidianidad, en lo más cercano y también en lo más humano, con la intención de trascenderla, de mirarla con ojos nuevos, y de profundizar desde la sencillez más compleja en lo inexplicable, y a la vez mágico, que se intuye flotando a la espera de la palabra. El verso se nos muestra desde la contención, sin que el énfasis se dispare en ninguna parte del trayecto, lo cual repercute no sólo en el tono general, sino también en lo “creíble” de lo que se transmite y en la capacidad de sugerir, de dejar algún que otro camino abierto al lector. Los poemas, como ideas, se despliegan con más solvencia de forma autónoma que en conjunto.

Primer libro de Antonio Llamas. Todo está por hacer, pero el derroche de buenas intenciones, de ganas, no queda sólo en algo testimonial.

Antonio Luis Ginés
Diario Córdoba, 14 de octubre de 2004