Palacio de los Portocarrero

La primera noticia que encontramos de este edificio se produce cuando Luis Portocarrero, VIII Señor y I Conde de Palma, hace su testamento en Palma a 21 de julio de 1528 "incorporando en el principal de su casa las Aceñas y Palacio de Palma y las casas grandes de Écija que fueron del Conde de Feria" (TORRES Y ORDEN, 1963).

A partir de este momento el Palacio tuvo su época de mayor esplendor hasta la muerte en 1760 de D. Joaquín Fernández Portocarrero, IX Conde de Palma.

Por auto de 7 de mayo de 1761 se concedió la administración de la Casa Portocarrero a Don Pedro Alcántara Fernández de Híjar, X Duque de Híjar, según Fray Ambrosio de Torres.

El Palacio se mantuvo en esta Casa Ducal hasta que en 1860 fue vendido a Don Pedro Ardanuy y Palacios, siendo la residencia habitual de esta familia. Ya en los años sesenta éste queda prácticamente abandonado hasta que en nuestros días, dicho inmueble está siendo objeto de una profunda obra de restauración-reconstrucción por parte de sus actuales dueños.

Descripción

Se trata de un palacio del siglo XVI situado en la calle Portocarrero, en el cual se distinguen claramente distintas etapas y superposiciones edificatorias hasta presentar el estado actual.

Hoy lo encontramos como conjunto único que se estructura en torno a dos grandes patios, formal y funcionalmente diferentes.

El cuerpo principal del palacio se encuentra en contacto con ambos patios presentando su fachada principal a uno de ellos mediante logia de dos plantas de altura con arco de medio punto sobre columnas de mármol. Este cuerpo, uno de los más antiguos, se organiza en dos crujías sobre muros de ladrillo tocho como todo el palacio.

Los techos de la planta baja presentan artesonados de madera, hallándose en buen estado sólo uno de ellos por encontrarse el otro hundido en su totalidad. Uno de los muros laterales es la muralla almohade que compone el Recinto Amurallado de Palma.

La otra edificación tiene tres plantas de altura con cubierta a cuatro aguas. Estas dos piezas principales se encuentran unidas por una esquina, se articulan por medio de un gran patio con galerías en todos sus lados y con columnas de mármol, habiendo sido sustituidas cuatro de ellas por pilastras de ladrillo. Este patio es posterior a las edificaciones anteriormente citadas.

La entrada al palacio se realizaba por otra de las caras del patio, que se cierra con una edificación de crujía estrecha y cubierta a dos aguas. La cara restante la forma un edificio de una planta, del que nace una escalera que lleva a uno de los torreones de la muralla.

Situado sobre la torre de la puerta este de la muralla se encuentra un interesante balcón de estilo plateresco, "Es resto muy interesante lo que se conoce como Arco de Palacio (...) El arco no ofrece a la vista decoración alguna, y sobre él se eleva un balcón con balaustrada de hierro cincelado, flanqueado por dos columnas corintias sobre muy grandes ménsulas, y sobre esto un coronamiento en cuyo centro campan las armas de los Portocarreros, Señores de Palma. Toda esta decoración corresponde al siglo XVII, decadencia del Renacimiento..." (RAMÍREZ DE ARELLANO, 1983).

Procedente de la web de la Asociación Saxoferreo de Palma del Río, con su permiso de publicación en esta Enciclopedia del Ateneo.