Miscelánea

Lejos, allá por Cantabria, hubo motivo para la celebración gozosa, por más que hubiese un triste marco de referencia. El hecho luctuoso, la desaparición de Alfonso Serrano, debe tener una justa correspondencia en la tierra que le vio nacer; aquí ejerció su mester en los más variados temas, pues tanto daba que hubiese de escribir en Córdoba la crónica taurina, cantar los goles de la tarde o escribir sobre flamenco.

El título de Miscelánea cobra dimensión si se considera precisamente esa versatilidad en los tratamientos, que tienen un hito importante en la concesión del Premio de Ensayo convocado al hilo del Concurso Nacional de Arte Flamenco. Su traslado a Cantabria contribuyó poderosamente a la difusión de este arte que es cada vez más de todos; allí ejerció en su dimensión pública como locutor de Radio Nacional de España en Santander y como gran animador del Concurso de Cante Flamenco, desde la creación misma por el Centro Andaluz de Santander. Este año ha sido la sexta edición y fue bautizada como Memorial Alfonso Serrano; actualmente es posible escuchar flamenco en exclusiva en un céntrico local santanderino, gracias a los buenos oficios de mi amigo Carlos Marigot Mendiguchía, sólo comparable con la pica de Flandes.

Allí estuvo Pepe Carmona como presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas, que entregó la contribución al Memorial en forma de bello trofeo; también el Ayuntamiento de Córdoba, con una bonita réplica de La Chiquita Piconera y placa dedicada al Memorial. El éxito fue rotundo y los cantaores ganadores tienen nombre sonoro en el mundo flamenco, caso de Toli de Linares, ganador hace dos años del Concurso nacional de Tarantas y Pepe Lara, finalista del último Concurso Nacional de Córdoba. La intervención del santanderino Borja hace pensar que el flamenco tiene sitio en Cantabria a pesar de la lejanía de lugares en que tiene mayor carta de naturaleza como expresión artística. Es una forma de elevarse por encima de localismos castradores, de escaso beneficio y nulo eco. Coinciden en el panorama flamenco actual el Ciclo itinerante que viene desarrollándose desde el mes de julio, organizado por la Asociación de Artistas Flamencos en diversos espacios. Le toca el turno a Caballerizas Reales durante los meses de octubre y noviembre; por otro lado, ayer comenzó en Bodegas Campos la tercera edición de Campos de Guitarra, que cuenta con dieciséis participantes. La iniciativa del Ateneo de Córdoba parece que va calando, a tenor de lo variado de la procedencia, foránea en ocasiones. José Antonio Díaz Franco actuó con la calidad que le conocemos, junto al guitarrista almeriense Antonio L. López Fernández, pues el italiano Jorge D’Arg solicitó aplazar su intervención por algunas dificultades surgidas para su traslado. Otros guitarristas cordobeses prometedores están por venir en las siguientes calas de este Certamen, que debe consolidarse como espacio de reconocido prestigio.

Juan Pérez Cubillo. Crítico de Flamenco
Diario Córdoba, 11 de octubre de 2003