Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).

PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA

Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba

Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.

CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.

Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.

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Los ecos y sus voces

De Ateneo de Córdoba
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Manuel Gahete Jurado 14-10--2010 Foto Miguel Collado (04).jpg
En contrapartida a un mundo enajenado, donde nos sorprenden cada día imágenes tristes de violencia y desaliento, todavía hierven en la piel de esta geografía cuarteada núcleos de hombres y mujeres vivos que creen, que siguen creyendo en la solidaridad, en la equidad social y en la cultura. Sus actuaciones, sus huellas, sus manifiestos son reflejo evidente de la fuerza interior que inspira el germen primicial de un compromiso al que nada del hombre le es ajeno.

He rastreado, desde sus orígenes, con lancinante empeño, este misterioso impulso, este fascinante credo que sostiene la memoria, forja el hoy e impele el futuro. Una poderosa intuición humanista alimenta el ánimo y genera todos los procesos. No hay más que evocar en un precioso y necesario instante la apología apasionada del ser humano cuya enseña enarbola el Ateneo de Córdoba. Instituciones hay que, a fuerza de recursos, exhiben las más sorprendentes exposiciones, conciertan las ovaciones más sonadas, anuncian clamorosamente el acotado cerco de los eventos culturales. Y así argumentan o pretenden justificar un presupuesto comparativamente escaso y ese salario mínimo debido a la desvalida y proverbial cultura. Porque es bien conocido el deslumbramiento que provoca en la sensibilidad de los ciudadanos toda campaña a favor de nuestros monumentos, del arte y del folclore, del tesoro caudal de la literatura. Cuando los años pasan, estos hechos permanecen como hitos históricos frente a la dramática erosión de la existencia diaria, a la que damos importancia exigua. El tiempo ajusta en su lugar preciso todos los encajes del complejo puzzle que habitamos y deja en nuestros ojos esa inefable sensación de haber vivido acordes a nuestro criterio, sin más sometimiento que el aceptado por la ley natural de la convivencia, por el respeto a las legítimas libertades.

Quien posee la imaginación y el deseo solo de atender las necesidades del espíritu está presto a escuchar siempre, a ofrecer sin límites, a recibir sin exenciones. No manifiesta temor alguno. Es ágil su voluntad y elocuente su esfuerzo. Todo cuanto toca lo convierte en auténtico, en privilegiado, en sublime. Porque no debemos equivocarnos eternamente, potenciando sin crítica los valores tradicionales o fundiendo en piedra las vanguardias más innovadoras. Si somos capaces de reflexionar con coherencia, observaremos cómo unos y otras aspiran a la conquista del aire, de nuestro aire, de ese elemento vital sin cuyo aliento sólo es posible la oscuridad, la nada.

La historia crea un espacio de análisis al que sólo los ciegos o los necios recusan. A la razón del trabajo y el cotidiano caminar nos referimos. Son humildes pero inapagables los ecos que se expanden con la fortaleza de las voces. Ecos como el eco que concita en cada nueva concertación jubilosa de las Fiambreras de Plata y en el marco incomparable de las Bodegas Campos, anfitrión más que egregio; eco que nos brinda la ocasión y el lugar para un homenaje cálido a este afirmativo universo de la naturaleza humana, sometida a la sinrazón de constrictores dominios, que se yergue vigorosamente más allá incluso de sus limitables energías. La filosofía, la hospitalidad, la justicia, el sindicalismo, el patrimonio, las artes, el altruismo, la paz, la generosidad y la defensa desde cualquier proclama de los derechos naturales de la persona han sido reconocidos y festejados por esta institución pequeña pero nunca acallada, dialogante pero no conformista, sencilla, pero no por ello verdaderamente valiosa. Nada nos ata, nada nos retiene, nadie nos obliga a permanecer donde estamos: sólo el vínculo emulable y consciente de nuestra responsabilidad como seres humanos frente a la imagen de inmutable tragedia que pretenden mostrarnos del mundo.
Manuel Gahete Jurado
Diario Córdoba, 4 de julio del 2000